En el pasado, se desaconsejaban los deportes y la actividad física para las personas con un trastorno hemorrágico como la hemofilia. Ahora que ya existen más opciones de tratamiento disponibles, se recomienda que niños y adultos realicen actividades físicas a pesar de tener una afección hemorrágica.

Un estilo de vida activo tiene muchos beneficios para las personas con trastornos hemorrágicos, incluida la ayuda para prevenir hemorragias musculares y articulares. La actividad física también puede ayudar a mantener un peso saludable, fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones y mejorar la salud emocional.

Personaliza tu rutina de ejercicios

Al elegir una actividad o ejercicio, toma en consideración tu historial de hemorragias, la constitución general de tu cuerpo y el estado de tus articulaciones. Tu médico o fisioterapeuta pueden ayudarte a desarrollar un régimen de ejercicios que se acomode a tus necesidades.

Asegúrate de discutir con tu médico el deporte o la actividad que está considerando para que ambos puedan determinar si es adecuado para ti. Tu proveedor de atención médica puede recomendarte actividades alternativas para proporcionarte los ejercicios que necesitas.

Algunos ejercicios y sus beneficios:

Ejercicio aeróbico: quema calorías y te ayuda a perder peso, reduciendo la carga en las articulaciones.

Entrenamiento de fuerza: aumenta los músculos y fortalece los tendones que sostienen las articulaciones.

Equilibrio y flexibilidad: mejora la postura y la capacidad de movimiento.

Si estás tratando de perder peso, una o dos libras por semana es una meta saludable. Cualquier pérdida de peso más rápida podría ser difícil para tu cuerpo y potencialmente nociva para tu salud.

Se recomienda la profilaxis antes de realizar actividades con mayor riesgo de lesiones. Antes de la actividad física, la profilaxis se realiza en función de los niveles de actividad del factor. Tener la cantidad correcta de factor en su cuerpo puede ayudar a proteger sus articulaciones; hable con su médico sobre qué nivel es el adecuado para usted.

Juega seguro

Hay muchas actividades de ejercicio que pueden ser apropiadas para ti. También es posible modificar muchos de los ejercicios que se describen a continuación si está nervioso por intentarlos.

Algunos ejercicios o deportes de bajo y alto riesgo para personas con trastornos hemorrágicos se indican en la siguiente tabla, por ejemplo.1 Puede revisar una lista más completa de la Fundación Nacional de Hemofilia (NHF).

Actividades de bajo riesgo (recomendadas)

• Nadar
• Golf
• Senderismo (Hiking)

Actividades de alto riesgo (no recomendadas)

• Football
• Hockey
• Lucha

Es importante saber reconocer las actividades que son apropiadas para prevenir una lesión. Recuerde siempre consultar con su médico antes de participar en actividades físicas.

Referencias

1. Alicia Anderson; Fundación Nacional de Hemofilia. Jugando a lo seguro: trastornos hemorrágicos, deportes y ejercicio. https://stepsforliving.hemophilia.org/sites/default/files/playing-it-safe.pdf.
2. Goto M, Takedani H, Yokota K, Haga N. Estrategias para fomentar la actividad física en pacientes con hemofilia para mejorar la calidad de vida. J Sangre Med. 2016;7:85-98.
3. Prevención de la enfermedad articular hemofílica con actividad y nutrición. Sitio web del Centro de Tratamiento de Hemofilia y Trombosis de UC San Diego. https://health.ucsd.edu/specialties/hematology/hemophilia/education/Pages/joint.aspx.
4. Opciones de ejercicio y actividad. Sitio web de Pasos para Vivir. https://stepsforliving.hemophilia.org/step-out/wellness-and-prevention/exercise-and-activity-options.

Nota editorial: Consulte a su médico para obtener asesoramiento médico personalizado. Siempre busque el consejo de un médico calificado sobre cualquier pregunta relacionada con su condición médica. Nunca ignore o demore la búsqueda de asesoramiento o tratamiento médico profesional debido a algo que haya leído. El uso de las marcas identificadas en el presente documento es uno referencial. Las marcas a la que se hace referencia constituyen propiedad intelectual de sus respectivos titulares.