El dolor puede ser difícil de controlar porque cada persona siente y responde al dolor a su manera. Para las personas con trastornos hemorrágicos, los episodios de sangrado en las articulaciones pueden ser especialmente dolorosos. Hay varias opciones disponibles para controlar el dolor, como fisioterapia y medicamentos; asegúrate de consultar con su proveedor de atención médica.
El dolor podría ser el signo de una hemorragia
Los síntomas de una hemorragia pueden incluir dolor en las articulaciones, rigidez e hinchazón. Lo más importante que debes hacer cuando tienes una hemorragia es tratarla lo antes posible. Recomendamos tener a mano un suministro de tratamiento, y los números de teléfono de los Centros de Tratamiento de Hemofilia o médico en caso de que necesites consultar algo.
Mientras el sangrado está en progreso, también debe seguir R.I.C.E. para ayudar con el dolor, reducir la hinchazón y prevenir daños mayores. R.I.C.E. significa REST (descanso), ICE (hielo), compression (compresión) y elevation (elevar).
Descansa
Deje de usar el área lesionada lo antes posible. Dependiendo de la gravedad de la lesión, el área lesionada puede requerir inmovilización, para mantener el área en reposo.
Hielo
Ponga hielo en el área lesionada para reducir la hinchazón y el dolor. Puede usar una bolsa de hielo, una bolsa de verduras congeladas o un producto de bolsa de hielo. El hielo debe envolverse en una toalla y no aplicarse directamente sobre la piel. La recomendación habitual es aplicar hielo durante 15 minutos y luego dejarlo el tiempo suficiente para que la piel se recaliente.
Compresión
Usando un vendaje elástico, aplique presión alrededor del área lesionada.
Elevación
Sostenga el área lesionada por encima del nivel del corazón para ayudar a que la sangre fluya fuera del área, reduciendo la hinchazón.
Use medicamentos para el dolor con precaución
Puedes considerar usar medicamentos para reducir el dolor agudo. Sin embargo, debido a que muchos medicamentos para el dolor pueden ser dañinos para las personas con trastornos hemorrágicos, debes tener cuidado con los que usas y hablar con tu médico sobre lo que es mejor para ti.
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) (p. ej., aspirina, ibuprofeno, naproxeno) pueden interferir con la coagulación. Algunas personas con un trastorno hemorrágico pueden tomar ibuprofeno o naproxeno sin que aumente el sangrado, pero esto debe hacerse bajo la supervisión de sus profesionales de la salud. Algunas personas toman un tipo de AINE recetado llamado inhibidor COX-2, que no afecta la función plaquetaria. Sin embargo, existen otras preocupaciones con este tipo de tratamiento.
El acetaminofén es una opción de venta libre para el control del dolor que no interfiere con la coagulación. Sin embargo, el uso prolongado puede dañar el hígado.
Los analgésicos recetados pueden ayudar con el alivio del dolor a corto plazo y, a veces, continuo. Estos incluyen oxicodona, morfina, metadona y codeína. Estos medicamentos son efectivos para muchas personas, pero pueden ser adictivos. Deben usarse según las indicaciones y bajo supervisión médica.
Además de ayudar a mantener las articulaciones y los músculos fuertes y saludables, la fisioterapia y el ejercicio pueden ayudar a disminuir el dolor. Su fisioterapeuta puede diseñar un programa adaptado a sus necesidades específicas.
Nota editorial: Consulte a su médico para obtener asesoramiento médico personalizado. Siempre busque el consejo de un médico calificado sobre cualquier pregunta relacionada con su condición médica. Nunca ignore o demore la búsqueda de asesoramiento o tratamiento médico profesional debido a algo que haya leído. El uso de las marcas identificadas en el presente documento es uno referencial. Las marcas a la que se hace referencia constituyen propiedad intelectual de sus respectivos titulares.